El voluntariado penitenciario protagoniza el último Espais Socials del curso
Jordi Cerdà: “El preso es el rostro de Cristo, con la misma dignidad que cualquier otra persona”
Sor Presentación Martín: “Me ha hecho bien, más comprensiva, que juzgue menos”
Juniors Moviment Diocesà celebró el pasado miércoles 8 de mayo una nueva sesión del ciclo de conferencias ‘Espais Socials’, la última del presente curso 2023-2024. Titulada ‘Estuve en la prisión y viniste a verme”, en ella la Tesorera Diocesana, Soraya Moreno, conversó con D. Jordi Cerdà y Sor Presentación Martín sobre sus experiencias en el ámbito del voluntariado penitenciario. Ambos resaltaron en sus intervenciones la satisfacción que produce involucrarse en este tipo de actividad y animaron a los jóvenes y las jóvenes conectados a lanzarse a colaborar.
La entrada de Sor Presentación Martín, religiosa Franciscana de la Inmaculada, en este ámbito “fue una gran casualidad”. Licenciada en Psicopedagogía y profesora de Magisterio, Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje, nunca pensó que se adentraría en este mundo. “Pero un día recibí la llamada telefónica de una madre que pedía ayuda para su hijo porque estaba preso y era sordo profundo y necesitaba ayuda para comunicarse”, explica.
Confiesa que el primer día le temblaban las piernas, porque no sabía lo que se iba a encontrar. “Llegué al módulo, nos abrazamos y fuimos al área sociocultural. Me llevé material de Lenguaje, Matemáticas… Fue fácil. Lloramos, nos abrazamos y le dije que estuviera tranquilo, que no le iba a investigar, que quería acompañarle”, comenta. “Él tenía dos barrotes enormes: los barrotes de las rejas y los barrotes de la incomunicación”, asegura.
Ahí empezó su camino. Tal y como relata, su objetivo era “ayudarle como persona y como cristiano, porque a la persona había que sanarla, no podía permitir que se deprimiera, que cayera en las drogas, había que cuidar las compañías… Me preocupé de que tuviera trabajo, de que tuviera la mente ocupada, que estuviera en contacto con más gente y pudiera cotizar a la Seguridad Social”.
Y sábado a sábado fue forjando una relación de cercanía que le hizo crecer como persona. “Esto me ha hecho bien, me ha hecho más comprensiva, que juzgue menos. Al principio, cuando empecé, mi familia de sangre me preguntaba por qué iba. Y yo les respondía que en la situación en la que están ellos podía estar yo”, cuenta la religiosa.
“El preso es el rostro de Cristo”
En el mismo sentido, se pregunta el sacerdote D. Jordi Cerdà: “¿Qué hubiera sido de mi vida en otras circunstancias, qué habría sido de mi vida de haber nacido en otro sitio, en una familia desestructurada, en barrios donde hay drogas?”. Su relación con este tipo de solidaridad comenzó cuando estaba en el Seminario de la Presentación y Santo Tomás de Villanueva. Allí le propusieron colaborar con la Pastoral Penitenciaria del Arzobispado de Valencia. Y hasta hoy.
“El preso es el rostro de Cristo, con la misma dignidad que cualquier otra persona. Ahí es donde se fundamenta nuestra acción y, sobre todo, en nuestra presencia, que al final es lo que queremos: estar para acompañar a la persona que está privada de libertad, por cualquier motivo”, resume el sacerdote, para quien esta actividad, que realiza los viernes, “es un gozo”, porque “es el momento más consolador de la semana, después de la Eucaristía”, y porque “cuando has hecho un recorrido con algunas personas y ves cómo van creciendo y van avanzando y que puedes acompañar ese proceso es una alegría”.
Una alternativa solidaria
Tanto Sor Presentación como D. Jordi invitan a la juventud a plantearse el voluntariado penitenciario, que abarca mucho más que entrar en la prisión a prestar servicio, como una alternativa solidaria que requiere, como todas las que se realizan a través de la Iglesia, “disponibilidad, compromiso y cuidar la fe”.
Para la religiosa, “la pastoral penitenciaria es muy completa”, así que anima a “los jóvenes a que no tengan miedo, porque hay gente que los puede acompañar. No vas solo, detrás hay una Pastoral, y pueden ayudar a solucionar muchos problemas”. “Está muy valorado el trabajo que se hace y ante la inseguridad del primer momento pronto te das cuenta de que estás en casa”, añade el sacerdote.
Actualmente, la Pastoral Penitenciaria del Arzobispado de Valencia está en un proceso de reajuste de voluntarios, por lo que no se están dando de alta a nuevos colaboradores. Mientras se resuelve la situación, D. Jordi propone a Juniors M.D. la creación de un curso para formar a Educadores y Educadoras en todo lo relacionado con esta cuestión, “porque te hace descubrir que no se trata solo de entrar dentro de la prisión, sino que también se puede colaborar desde fuera”, porque abarca muchas vertientes.
Para cerrar la sesión, organizada por la Secretaría Diocesana de Acción Social y Caritativa y disponible en el canal de Youtube de Juniors M.D., D. Jordi resaltó que su tarea en la Pastoral Penitenciaria es “la respuesta a lo que nos manda el Señor” y que lo que le ha “mantenido es que no son números, sino personas que necesitan de un sacerdote y de la presencia de Dios”. Por su parte, Sor Presentación dijo que “hay que intentar hacer lo que Jesús hacía y seguir su mandato: amaos. Tú ayudas, pero no vas de salvador, porque recibes mucha ayuda a la vez”.
