El 2miliPico emociona a más de un millar de Educadores Juniors
La última edición del 2miliPico ha superado todas las expectativas en un fin de semana repleto de emociones, reencuentros, experiencias y nuevas amistades que reunió a más de un centenar de centros pertenecientes a Juniors Moviments Diocesà .
Al fin, todo la labor del más de un centenar de voluntarios que entregaron su tiempo a este inaudito encuentro vieron reflejado su esfuerzo para que este 2miliPico fuera posible. El sábado 11 a las 16:30, tras una mañana intensa de preparativos, los más de mil educadores Juniors llegaron al Seminario Mayor de Monacada expectantes por vivir un fin de semana único en el que no solo conocerían a muchas más personas que comparten el mismo modelo de vida, sino que además serviría para reforzar las ganas y la motivación para continuar por ese camino y enseñárselo a los más jóvenes.
Después de una breve inauguración de la Trobada, los asistentes pudieron disfrutar de la primera experiencia de fe del fin de semana. Juegos de pistas, testimonios de voluntarios en países empobrecidos, reflexiones sobre la identidad de cada uno, recuerdos de tiempos pasados y miradas hacia el futuro… Todas ellas permitieron explotar los sentimientos de cada educador Juniors que abrió su caparazón para hacerse conocer a los demás y a sí mismo.
Las emociones que emergieron durante la tarde fueron reforzadas por la vigilia de la noche donde las velas iluminaron un escenario que, envuelto con el armónico coro de voluntarios, enseñó la ingenuidad de los niños y la importante labor de los educadores de enseñarles el camino que Jesús, como Juniors, les marca.
El resto de la noche fue protagonizado por Álvaro Fraile; el madrileño hizo disfrutar a sus asistentes con gran parte de su repertorio, un concierto cargado de un mensaje de amor y esperanza, de estar orgulloso de ser uno mismo y no tener temor a decir lo que se piensa. Los últimos compases del cantautor dieron lugar al final del día.
A la mañana siguiente los asistentes, alguno con más sueño que otro, dieron los buenos días con una oración donde se reforzó una de los principales objetivos de los Juniors: dar sal al mundo. Tras el desayuno, los educadores pudieron disfrutar de su segunda experiencia; risas, lloros de emoción, reflexiones, alegrías… Todos salían con conclusiones diversas pero la mayoría coincidían en algo, habían disfrutado y habían sacado una buena lección de ello.
La ceremonia de clausura del 2miliPico junto a la entrega del Premi San Maure y el reconocimiento a los diferentes aniversarios de los centros Juniors se convirtió también en un escenario repleto de emociones. Tras esto, los asistentes pudieron disfrutar de una paella gigante para reponer fuerzas.
Con una eucaristía que finalizó con todas las pañoletas al vuelo al canto unísono de “los Juniors cambiaremos el mundo” los educadores, entre alguna lágrima y abrazo, se despidieron de aquellos que ya conocían y de aquellos que acababan de conocer. El 2miliPico llegaba a su fin cumpliendo toda expectativa y batiendo récord de unos asistentes que volvían a casa más convencidos que nunca de su “Siempre Unidos”.
Premi Sant Maure
Durante el acto conmemorativo del 35 aniversario, se entregó el Premi Sant Maure. Esta es la máxima distinción que Juniors MD realiza anualmente para premiar el trabajo a favor de la infancia y juventud. Este año, dicho reconocimiento fue otorgado al Consejo de la Juventud de la Comunidad Valenciana (CJCV). Natxo Mollà, presidente dicha entidad, fue encargado de recoger el premio.
Momentos antes, Juniors quiso destacar el papel de cuatro figuras que son ejemplo de entrega para todos los educadores del movimiento. En primer lugar, se reconoció la figura de Amparo Labarta, por su implicación en el Centro Juniors La Asunción-Amparo Alabarta de Torrent. Tras esto, llegó el turno de Manolo Sanz, destacando su larga trayectoria al frente de su Centro Juniors y su indudable disposición a trabajar por su Zona y por la Vicaría. Del mismo modo, se quiso destacar la labor de Pablo Mascaró al frente del proyecto de integración Escuela Niño Jesús, en el que ha implicado a diversos Centros.
Por último, uno de los momentos más emotivos fue la entrega de la distinción Sant Maure a Ana Olmos, antigua educadora del Centro Juniors Agua Viva, Vicepresidenta Diocesana responsable de la revisión del Proyecto Educativo Juniors en la mismas fechas y Coordinadora Técnica de Juniors Moviment Diocesà durante los últimos 8 años. Por su compromiso incondicional al Movimiento, a los Centros Juniors y a las diferentes Comisiones Ejecutivas con quienes ha trabajado, en un servicio siempre predispuesto, más allá d su trabajo, por hacer del Movimiento una asociación fuerte, consolidada y bien gestionada en la Diócesis de Valencia y en la Comunidad Valenciana.