2miliPico, la trobada Juniors que supera a la pandemia
“Dime por qué estás aquí. Dime si estás preparado”. Era la primera vez que se formulaban estas preguntas y lo hacían 800 jóvenes, al unísono, en el Seminario Menor de Xàtiva. Era mayo de 2004 y, bajo el lema “Cridats”, se convocó el primer encuentro de Educadores Juniors, el primer 2miIiPico. “El Movimiento se preparaba para celebrar su 25 aniversario, pero la realidad es que no había un sentimiento diocesano. ¿Qué sentido tenía, entonces, celebrar un aniversario?”, explica el que fuera Presidente Diocesano Virgilio González. Él convocó dicho encuentro y el objetivo precisamente era ese: crear consciencia de diocesanidad, mostrar a los Educadores Juniors que los Centros son algo más, son Movimiento.
“La idea era que los Educadores se sintieran cuidados, que vieran que era una actividad preparada para ellos”, relata Marga Lleida, Secretaria Diocesana de Animación que se encargó de coordinar el encuentro. “Hasta ese momento había días Juniors de Zona y Vicaría, pero eso era para los niños; no se hacía nada para nosotros, los Educadores”.
Y precisamente pensando en eso, en que fuese un encuentro para Educadores, se planteó un fin de semana en el que la formación era el eje principal. “La idea era que fuera productivo para los asistentes, no que vinieran a pasar las horas”, cuenta Marga. “Queríamos dotar de recursos a la gente, por eso, tanto el sábado como el domingo se hicieron talleres, charlas y experiencias… También hubo un concierto y vigilia, pero el fuerte fue la formación”, apunta Virgilio.
Según él, lo más difícil fue la gestión de las actividades que se ofertaban. “Sin internet, que los asistentes eligieran las 2 charlas o talleres a las que querían asistir, fue un lío. Todo eran llamadas y fax.” Sin embargo, todo esto dio su fruto, “ese encuentro me impactó mucho, marcó un antes y un después por la novedad y la magnitud”, afirma Nacho Grande, asistente y entonces Educador del Centro Jesús Maestro. La realidad es que, tal y como relata Marga, fue “la primera vez que se visibilizaba la magnitud de los Educadores Juniors a nivel Diocesano”.
Tras el buen sabor de boca que dejó esta trobada, el Movimiento pide que la experiencia se repita. “La continuidad era un reto porque un evento de esa magnitud paraliza la vida de Juniors”, reconocen Marga y Virgilio. No obstante, en la Asamblea General de Gandía del año 2007 se aprueba un nuevo encuentro que formaría parte de los actos de celebración de los 25 años de vida del Movimiento.
Esta vez tuvo un formato diferente y, por petición del Arzobispado, se abrió a jóvenes de todas las parroquias. Así, la “Trobada diocesana de joves” reunió más de 600 personas en Valencia para celebrar la fe y formarse. “El encuentro arrancó después de comer, por la tarde se hicieron talleres y experiencias. Tras la cena, hubo una vigilia y un concierto que puso punto y final a la Trobada”, cuenta el entonces Presidente Carlos Chova. “Recuerdo que el concierto gustó mucho, eran grupos de música católica pero muchos de ellos se acababan de formar”.
Siguiendo con el compromiso adoptado en la Asamblea General de 2007, Chova y su equipo apuestan por volver a reunir a los Eduadores Juniors 3 años más tarde. Fue el 9 y 10 de abril de 2011 en el Colegio Imperial de Niños Huérfanos de San Vicente Ferrer, en San Antonio de Benagéber.
“Recuperamos la estructura de fin de semana y en este encuentro aprovechamos también para hacer la celebración del Premio Sant Maure, que ese año fue para el Colegio Imperial”. Bajo el lema “Jo sóc cridat”, la trobada tuvo muy buena acogida y contó con cerca de 800 asistentes. Entre ellos estaba Nuria Moreno, voluntaria y Educadora del Centro de l’Alcudia: “recuerdo las tardes en la Sede Diocesana preparando materiales. Acababa las clases de la universidad y me iba directa a Valencia. Durante el encuentro, yo hacía fotos, fue una manera diferente de vivirlo pero me impactó ver allí a tanta gente… fue un impulso en mi vida como Educadora”.
Precisamente ese sentimiento de pertenencia, de identidad es lo que se vivió el 11 y 12 de noviembre de 2017 en el Seminario Mayor de Moncada. Allí se celebró la última Trobada de Educadors Juniors hasta el momento y que puso el foco de atención en la “missio” evangelizadora de los Educadores. “Este encuentro no es un punto y final; es un alto en el camino que nos hace valorar quiénes somos, qué hacemos y cómo lo hacemos”, explica quien fuera presidente Pedro Andrés.
Ese fin de semana se reunieron más de un millar de jóvenes, una cifra récord que puso de manifiesto el volumen y la vitalidad del Movimiento. “Elegimos ese fin de semana porque servía para celebrar el 35 aniversario del Movimiento y hacía justo 10 años de la Trobada Sempre Units!”. Y entre este festival de simbolismo e identidad se aprovechó para festejar el Premio Sant Maure y reconocer la labor realizada en distintos ámbitos por parte de varios Centros, Educadores, Jefes de Centro o Técnicos. Es el caso de Ana Olmos, quien fue primero Vicepresidenta Diocesana y después Coordinadora General de Juniors M.D. durante 8 años y, por lo tanto, ha vivido todos los encuentros: “el 2miliPico es un momento dedicado a los Educadores del Movimiento, que por una vez son los protagonistas de un evento, en el que sólo tienen que disfrutar, compartir y enriquecerse”. Además asegura que aquel reconocimiento fue un momento “para echar la vista atrás, valorar el esfuerzo y los logros conseguidos. Pero, sobre todo, la oportunidad de dar las gracias a aquellos que confiaron en mí y estuvieron a mi lado. En Juniors siempre caminamos junto a otros, todo surge del equipo y del compartir”.
Así, aunque la edición prevista para el 2020 no se haya podido celebrar, el Movimiento sigue nutriéndose de los frutos recogidos en todas estas ediciones, Trobades que han marcado la vida de miles de Educadores y, por tanto, de niños. Y es que ellos son el fin de todo nuestro trabajo y ahora más que nunca debemos recordarles que, a pesar del contexto social en el que nos encontramos, Ell Viu!.