La Peregrinación Europea de Jóvenes deja huella en los Juniors
Más de 200 integrantes del Movimiento participaron en esta iniciativa, de la que regresaron con las pilas cargadas
Del 27 de julio al 7 de agosto, recorrieron una parte del Camino de Santiago y disfrutaron de las actividades de este encuentro internacional
La delegación valenciana estuvo coordinada por un grupo de jóvenes de la Delegación de Infancia y Juventud de la Archidiócesis de Valencia
Agotados, pero contentos. Así regresaron a Valencia el pasado lunes 8 de agosto los 215 Juniors que participaron en la Peregrinación Europea de Jóvenes (PEJ), macroencuentro cristiano que se desarrolló del 3 al 7 en Santiago de Compostela y en el que estuvieron presentes más de 10.500 jóvenes de todo el continente. La capital gallega acogió esta multitudinaria iniciativa convocada por la Archidiócesis de Santiago de Compostela y organizada junto a la Subcomisión de Juventud e Infancia de la Conferencia Episcopal Española en colaboración con las distintas diócesis participantes.
La expedición de la Archidiócesis de Valencia la integraron 500 personas, de las cuales 450 también realizaron durante los primeros días del viaje y andando el tramo del Camino comprendido entre la villa de Cee y la ciudad de Santiago, vía denominada de la Ría Muros Noia y que está en funcionamiento desde 2020. Esta ruta transcurre, en su mayor parte, por zona costera y quienes optan por ella tienen la oportunidad de atravesar las localidades de Carnota, Muros, Sierra de Outes, Noia y Urdilde. Se trata de una ruta poco masificada todavía y en todos los pueblos fueron “muy bien acogidos”, según el equipo de organización de la delegación valenciana, formado casi en su totalidad por Juniors o antiguos Juniors.
El grupo salió de Valencia en autobuses el miércoles 27 de julio por la noche, llegando a Cees al día siguiente por la mañana. Tras pasar la jornada visitando el municipio y realizando distintas actividades culturales, fue el viernes 29 cuando comenzó la peregrinación, que transcurrió sin incidentes destacables. El día 3 de agosto, y tras seis intensas etapas de marcha, llegaron a Santiago, lugar en el que se desarrolló la PEJ. Entre la amplia variedad de actividades destacaron los conciertos, las obras de teatro, las oraciones, las charlas, los talleres y las catequesis, todas ellas encaminadas a generar espacios para que las personas asistentes compartieran su fe con otros jóvenes de Europa, especialmente de España, Portugal, Italia y Francia.
Como momentos más especiales, los Educadores y Educadoras del Movimiento resaltan la gran inauguración del miércoles 3, la vigilia de oración celebrada el sábado 6 por la noche y la visita al Monte do Gozo, donde se llevó a cabo una multitudinaria eucaristía de despedida en la que se puso el punto y final a la PEJ. Verónica Atienza, técnica administrativa de la Oficina Diocesana de Juniors M.D., destaca como “momento más gratificante la entrada a la plaza del Obradoiro todos juntos, la emoción era muy grande”.
En el grupo de 500 personas participantes estaban representados prácticamente todos los grupos de jóvenes de la Diócesis de Valencia: asociaciones, carismas, estudiantes, religiosos y religiosas, personas que venían por libre… “Fue una peregrinación auténticamente diocesana en la que pudimos conocer realidades con las que nos unen muchas cosas pero con las que no solemos tener mucho contacto o colaborar”, explica María Sebastián, profesora de Juniors Escola d’Animadors i voluntaria de la Delegación Diocesana de Infancia y Juventud.
TESTIMONIOS
NOMBRE: Verónica Atienza Moreno
CENTRO: Santísima Trinidad (401d) – Tavernes Blanques (Zona Camí Heracle – Vicaría IV)
CARGO EN CENTRO/ZONA/DIOCESANA: Técnica Administrativa en la Oficina Diocesana
– ¿Cómo valoras la experiencia? La experiencia fue Increíble. Después de la pandemia, ver a tanta gente compartiendo una misma Fe, independientemente de su vertiente, fue una recarga de energía para seguir por el Camino que Él nos ha marcado. Pudo ser más duro para algunas personas y más llevadero para otras, pero allí estábamos, unidos. Y una vez en Santiago todo compensaba.
– ¿Se cumplieron tus expectativas? Iba sin ninguna expectativa, más bien animada por algunas personas, y puedo decir que repetiría el Camino y creo que todas las personas deberían realizarlo al menos una vez en la vida.
– ¿Qué aprendiste? ¿Qué no aprendí? Aprendí a conocerme a mí misma, a reconciliarme con el Señor, a dejarme llevar por su palabra….
– ¿Qué es lo que más te gustó? Desprenderme del móvil durante esos días y disfrutar al 100% del momento. Apreciar el silencio y las conversaciones. Qué raro decir esto, ¿verdad? En la realidad de nuestro día a día, pegados a un móvil y a las redes sociales nos olvidamos de lo importante que es apreciar lo que tenemos a nuestro lado (amigos, familia, un paseo por la montaña, un rato de oración…).
– En Santiago, ¿qué actividades recuerdas como más gratificantes o satisfactorias? Lo más gratificante fue la entrada a la plaza del Obradorio, todos juntos. La emoción de llegar.
– ¿Cómo fue la convivencia con personas pertenecientes a otras realidades de la Diócesis? Es una experiencia enriquecedora, aprendiendo los unos de los otros y creando nuevas amistades.
– ¿Les recomendarías a otros jóvenes el Camino de Santiago y la Peregrinación Europea de Jóvenes? ¡Sí! Sin ninguna duda, de la misma forma que recomiendo los encuentros de Taizé. Animo a la gente que esté pasando por un mal momento, personal o de Fe, a tener presente al Señor a través de este tipo de encuentros. ¡Sin miedo!
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NOMBRE: María Sebastián Morello
CENTRO: Almussafes (801d) – Almussafes (Zona Ribera de la Tarongina – Vicaria VII)
CARGO EN CENTRO/ZONA/DIOCESANA: Profesora de JEA i miembro de la organización valenciana de la PEJ
– ¿Cómo valoras la experiencia? Fue una experiencia muy positiva. Hubo muchísimo trabajo, pero creo que el haber podido ir tantos grupos distintos nos facilitó un montón conocer otras realidades. Cuando vamos a actividades diocesanas siempre conoces a gente nueva, te sientes acompañado, no estás solo… Es cierto, pero nunca llegas a conectar con estas personas. Y esta peregrinación nos permitió conectar con otras realidades y conocer a muchísima gente de la Diócesis que si no hubiese sido en estas circunstancias no hubiésemos podido conocer.
– ¿Se cumplieron tus expectativas? Mis expectativas se cumplieron con creces. Salió bien y hubo muy buena respuesta.
– ¿Qué aprendiste? Aprendimos un montón sobre la Diócesis y sobre nuestra realidad.
– ¿Qué es lo que más te gustó? Lo que más me gustó fue el Camino de Santiago y vivir la experiencia de estar con tanta gente. Para mí fue increíble.
– En Santiago, ¿qué actividades recuerdas como más gratificantes o satisfactorias?
Me gustaron mucho las catequesis de las mañanas, porque eran el momento de compartir dentro de nuestra Diócesis. Es cierto que fui a varios talleres y otras actividades, pero a pesar de que estuvo todo muy bien, nada comparado con el hecho de compartir con la gente de Valencia. Si para algo sirvió esta peregrinación fue para compartir con otros jóvenes de la Diócesis, de tantas edades y de tantas realidades distintas.
– ¿Les recomendarías a otros jóvenes el Camino de Santiago y la Peregrinación Europea de Jóvenes? Definitivamente, sí. Lo recomendaría. Creo que es un momento para compartir una vivencia única. Igual que recomendaría poder asistir a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) del año que viene, porque son grandes eventos que los tachamos de multitudinarios, pero son el momento ideal para conocer nuestra Diócesis. Allí nos juntamos de todas las realidades y podemos aprovechar para salir de nuestras rutinas y ser más capaces de compartir.