Las mujeres, protagonistas de Juniors Moviment Diocesà

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, hablamos con tres de ellas para analizar cómo han vivido la igualdad a lo largo de su trayectoria en el Movimiento

 

No pertenecen a la misma generación y han trabajado en niveles distintos, pero las tres han vivido o viven intensamente su presencia en Juniors M.D. Hoy, 8 de marzo, hablamos con Anna Boronat, Ana Olmos y Mª Ángeles Marta para ver cómo perciben el papel de la mujer en el Movimiento. ¿Sienten que existe verdadera igualdad? ¿Se han encontrado dificultades al asumir cargos de responsabilidad? ¿Qué rasgos característicos de las mujeres consideran vitales y les diferencian de los hombres? ¿Qué mensaje le enviarían a la juventud para garantizar que la igualdad constituya un elemento insustituible en la asociación?

Mª Ángeles Marta es de Manises y forma parte, junto a su marido, del Equipo Diocesano de Familias. Aunque lleva más de una década colaborando con esta área, su llegada a la entidad se produjo mucho antes. En el Centro Juniors Creu en Sol (Zona Túria – Vicaría III), fue primero niña, más tarde Educadora y finalmente madre de niños que actualmente son también Educadores. “Creo que la mujer está en el mismo plano de igualdad que el hombre, no observo diferencia alguna, pues lo que importa es el trabajo que hacemos juntos”, asegura. En lo que se refiere a su labor en el Equipo Diocesano de Familias, “nunca he encontrado ninguna dificultad a la hora de aportar mis criterios o propuestas. Tanto hombres como mujeres sumamos nuestras ideas, que a la vez son dones al servicio de las familias”.

Lo mismo opina Anna Boronat, Jefa de Centro de El Fossar de Oliva (Zona Safor-Valldigna – Vicaría VIII). “En nuestro Equipo de Educadores siempre ha habido más mujeres que hombres y los cargos más destacados casi siempre han estado en manos de mujeres, así que nunca se nos ha tratado de manera diferente”, contesta rotunda a la pregunta de si se ha sentido discriminada en algún momento. Asumió el cargo en 2018 y dice que “no fue complicado lograr que se me viera como la responsable. Quizás al principio me costaba un poco más por el aspecto físico o el tono de voz, que pueden transmitir vulnerabilidad, pero rápidamente conseguí que se me valorara como tal”, añade.

“En el ámbito educativo y social, que es al que pertenece Juniors Moviment Diocesà, las mujeres siempre han sido más numerosas, y eso ha hecho que no hubiera diferencias como en otros sectores”, reflexiona Ana Olmos, quien fue Educadora del Centro Juniors Foc Viu (hoy denominado Agua Viva, Zona Camp del Túria – Vicaría V), Vicepresidenta Diocesana con José Ramón Navarro y con Virgilio González y primera coordinadora técnica del Movimiento. “Quizás sí que veía cierta desconfianza en las personas mayores con las que tratábamos, que habitualmente solían ser los sacerdotes, porque al menos antes no estaban tan acostumbrados a tratar con mujeres jóvenes”, recuerda, “pero entre educadores esas diferencias estaban superadas, hasta en mi época”.

“En mi Centro nunca nos hemos sentido discriminadas. De hecho, cuando los chicos preparan actividades siempre nos preguntan y nos tienen en cuenta para darles los últimos toques y yo creo que es porque saben que nosotras cuidamos más los detalles”. “Incluso cuando son ellos los que deben decidir algo, siempre recurren a nosotras para que demos nuestro punto de vista y casi siempre nos hacen caso”, comenta Anna Boronat.

“Sensibilidad”

Son muchas las cualidades que hacen a las mujeres esenciales en Juniors M.D. Mª Ángeles destaca que son “más altruistas, perseverantes, apasionadas, valientes ante nuevos proyectos, resolutivas, creativas y conciliadoras”. “Aunque eso no significa que esos rasgos no puedan tenerlos los hombres”, agrega. Anna suma a esa lista “la sensibilidad, quizás por nuestro instinto maternal, que resulta imprescindible para los niños y las niñas”. I en este sentido, cita los campamentos y actividades más largas, “donde los niños y las niñas siempre suelen recurrir más a nosotras cuando se encuentran mal o necesitan mimos, porque somos una referencia a nivel emotivo y sentimental”.

“Las mujeres, por el tipo de educación que recibimos, tenemos otra forma de abordar el cuidado de los más pequeños, eso nos diferencia de los hombres. Ese instinto maternal tiene una parte innata, pero también otra educacional. A ellos durante mucho tiempo no se les ha educado para ser así. Sin embargo, ahora veo a chicos que son más sensibles que otras chicas”, sostiene Ana Olmos.

Como parte de la Iglesia que es Juniors Moviment Diocesà, Mª Ángeles también se acuerda del trabajo femenino en las parroquias. “El papel de la mujer en la Iglesia y en las parroquias es muy importante. Gracias a la perseverancia de muchísimas de ellas la Iglesia sigue viva. Si echo la vista atrás y pienso en mi parroquia, me vienen al corazón infinidad de nombres de mujeres que hicieron mucho bien en ella, que entregaron parte de su tiempo y su vida. Hablo de catequistas, responsables de Liturgia, de Cáritas y de limpieza. ¡Qué poca importancia damos a esto último! Cuántas mujeres, con esa delicadeza y entrega que les caracteriza, limpian las parroquias y tenemos el regalazo de tenerlas limpias, mostrándose así más acogedoras. Sin ellas no habría parroquia”.

El futuro

“A las nuevas generaciones de mujeres que comienzan su andadura como Educadoras les diría que continúen con la normalización de la igualdad. En el deporte, por ejemplo, sí que veo que hay que animar a la lucha, porque ahí sí que hay una brecha muy importante, pero no creo que en Juniors haya que hacer un alegato feminista al uso, porque está bastante equilibrado. Si consideran que tienen cualidades e ilusión por estar en cualquier cargo, que se atrevan. Desde la igualdad”, comparte Ana Olmos.

Por su parte, Mª Ángeles resalta que “es importante que las mujeres tengan cargos de responsabilidad en la asociación porque deben ser parte activa”. “Juniors M.D. debe continuar adelante siempre, pero no por ser hombre o mujer, sino porque soñamos que un mundo mejor es posible, porque somos protagonistas de este momento presente que vivimos y porque queremos hacer realidad en el día a día nuestro lema: ¡Siempre Unidos! Esto no entiende de hombre y mujer. Lo importante es la suma de dones, la escucha y el trabajo desinteresado de ambos géneros”, manifiesta.

Finalmente, Anna lanza un mensaje similar: “Chicas, si Dios nos ha elegido para algún cargo es por algo. Dios no diferencia entre hombres y mujeres. Nos ha puesto ahí y todos y todas lo podemos hacer bien. Solo les diría que confíen”.

Mª Ángeles, Ana y Anna representan en esta conmemoración a las miles de mujeres que a lo largo de los años se han dejado la piel, entregando su talento, tiempo y esfuerzo, para hacer posible que Juniors Moviment Diocesà sea lo que es. A todas ellas, hoy y siempre: GRACIAS.