Sin Campamento Juniors no hay verano
Vuelve el verano y con él los campamentos. Tras finalizar el curso en los Centros Juniors, los Educadores no descansan y ya preparan sus respectivos campamentos de verano: días de convivencia, de serenidad, de paz, de juegos de diversión y oración donde los más pequeños disfrutan y crecen siguiendo el estilo de vida Juniors.
Basándose en las cifras de años anteriores, se estima que durante el verano, se organizan alrededor de 120 campamentos. La gran mayoría de ellos se realizan en la Comunidad Valenciana, aunque también hay otros que tiene lugar en Aragón, Castilla La Mancha o Cataluña. A estos destinos viajan niños y niñas de edades comprendidas entre los 7 y 8 años hasta los 16 o 17 años. A lo largo de todo el verano participan en estos campamentos alrededor de 5500-6000 menores y unos 1300-1500 monitores y Educadores. Todos ellos entregan su tiempo y esfuerzo para que los niños y niñas pasen un verano inolvidable aprendiendo y conociendo a Jesús.
El objetivo principal de los campamentos es la evangelización de los jóvenes y niños/as que asisten. Sin embargo, también se trabajan otros valores que en Juniors consideramos fundamentales, como la integración, la solidaridad, el respeto por la naturaleza y el compañerismo, entre muchos otros.
Un verano diferente también para ellos
Desde la Secretaría Diocesana de Acción Social y Caritativa se ha puesto en marcha una nueva edición del proyecto “Un verano diferente también para ellos”. A través del mismo, casi medio centenar de niños pertenecientes a cinco Centros de Menores viajarán a los campamentos de cerca de una treintena de Centros Juniors.
Juniors M.D. valora mucho la oportunidad que generan estos niños dado el impacto que provocan en nuestros Centros y en nuestra persona. Por lo tanto, el primer beneficiario y el más grande son los educadores, ya que se dan cuenta de la realidad en la que vivimos y esto les hace volverse sensibles, sensibilidad que es necesaria para nuestra vida, nuestro día a día, y sobretodo para educar, porque educando desde la sensibilidad siempre se educa mejor.